Estudiante politécnico se suicida después de perder cuotas escolares por el juego

Politécnico Federal, Ilaro

ILLARO – Un estudiante del Politécnico Federal, Ilaro (FPI), ubicado en el área del gobierno local de Yewa Sur de Ogun, Samuel Adegoke, supuestamente se suicidó después de perder sus cuotas escolares y las de su amigo del juego.

Se conoció que Adegoke, estudiante del Diploma Nacional II de Ingeniería Eléctrica Electrónica, habría tomado sustancia química, sospechosa de ser snipper, el lunes cuando sus compañeros se preparaban para el examen del primer semestre.

Según los informes, el fallecido perdió sus cuotas escolares y la de su amigo en las apuestas en línea el viernes.

También se conoció que el occiso estafó a su amigo que compartía habitación con él al obtener su contraseña y usó su cuota para jugar y también perdió.

Se recopiló además que la escuela había advertido que a ningún estudiante se le permitiría escribir el examen sin completar el registro.

Se informó que Adegoke llevó a Snipper unos minutos al examen, programado para el mismo lunes.

Según los informes, lo llevaron de urgencia a la clínica de la escuela desde donde lo remitieron a un hospital especializado fuera de la escuela en Ilaro antes de que lo declararan muerto, según la Oficial de Relaciones Públicas de la escuela, Sola Abiala.

“Se detectó en el hospital de especialidades que el difunto estudiante bebía snipper.

“Su padre le dijo a la escuela que su hijo había usado sus cuotas escolares para apostar la última sesión, pero tuvo que rescatarlo haciendo otro pago”, dijo Abiala.

“Tenemos una política aquí de que cualquier estudiante que no pague la matrícula escolar no escribirá el examen.

“Se dio cuenta de que él y su amigo no harían el examen, por eso se suicidó.

“Enviamos por sus padres y les informamos. Su padre nos dijo que su difunto hijo hizo lo mismo en la última sesión y tuvo que enviarle dinero para pagar los honorarios.

“Dijo que si hubiera sabido del último, lo habría pagado.

“Pero cuando le pedimos al padre que tomara posesión del cadáver, lo rechazó y dijo que no podía llevarse el cadáver de su hijo a casa.

“Él nos pidió que lo enterráramos. La escuela pagó parte de los gastos del entierro y tuvo que pagar la cuota del otro estudiante cuya cuota se usó para apostar para evitar otra calamidad. No queríamos que él también se suicidara.

“Nos sorprendió que no dejara ninguna nota de suicidio. No vimos ninguna nota. Fuimos a su casa y buscamos una nota, pero no había más nota que la botella de snipper que bebió”, dijo Abiala. (NAN)

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